TU TIENES UNA VOCACIÓN,
YO TENGO UNA VOCACIÓN
Objetivo: Descubrir juntos qué significa el término Vocación para descubrir cuál es la nuestra y como la estamos llevando a cabo.
Ver.
Dinámica: Se reparten papeletas donde cada participante escribirá lo que piensa que es
Esto ha de llevarnos a ver cómo cada uno puede tener una idea muy diferente de lo que es la vocación.
Pensar.
La palabra «Vocación» en su sentido literal significa: llamado, hace referencia a una persona que llama y a otra que responde al llamado. «Este término de vocación tiene en realidad un significado muy amplio, y se aplica en primer término a la humanidad llamada a la salvación cristiana pero luego se especifica en orden a particulares aptitudes y a obligaciones especiales, las cuales determinan la elección que cada uno hace para dar a la propia vida un sentido ideal; cada estado o profesión cada dedicación puede caracterizarse como vocación que le confiere si una dignidad superior y un valor trascendente» Pablo VI.
Vocación: Viene del latín («Vocare»: llamar) Es el llamado que Dios hace oír al hombre que ha escogido y al que destina a una misión particular para realizar la salvación del pueblo.
Elementos de la vocación:
a) LLAMADA: Iniciativa gratuita de Dios Padre atraídos de la comunidad eclesial. Convocados a la comunión y participación a la santidad.
b) RESPUESTA: Del hombre entero en el seguimiento de Jesús Respuesta confiada, consciente, libre, plena, dinámica, feliz. En la incertidumbre del misterio para la realización personal.
c) MISIÓN: Construcción del reino entero en el seguimiento.
- La vocación desde el ángulo de la fe, es «Dejarse llamar a la vida en plenitud por el mismo Dios conforme a un proyecto realizado por Cristo y manifestado en la Iglesia.
Actuar.
Nuestra reflexión vocacional, trae un compromiso para nosotros: ¿Cómo estamos viviendo nuestro llamado?, ¿Hemos descubierto nuestra vocación como plan amoroso de Dios para nuestra vida? ¿Ayudamos a los demás a descubrir y vivir el llamado que Dios tiene para ellos? Concluyamos con la oración por las vocaciones: Manda, Oh, Jesús obreros a tu mies que esperan en todo el mundo a tus Apóstoles y sacerdotes santos, a las misioneras heroicas a las religiosas amables e incansables. Enciende en los corazones de los jóvenes y de las jóvenes la chispa de la vocación haz que las familias cristianas quieran distinguirse en dar a tu Iglesia cooperadores y a las cooperadoras del mañana. Así sea.
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