13 de noviembre de 2007

EL BAUTISMO Y LA PALABRA DE DIOS

OBJETIVO

Que el adolescente (joven) conozca lo que es y significa el bautismo, para que el recuerdo de la recepción del sacramento que lo a Cristo a través de la Iglesia, se comprometa a profundizar en su fe.

AMBIENTACIÓN

Presentar un árbol, las hojas con el nombre de algunos diez miembros del grupo, luego se van pegando las hojas al árbol, explicando cómo se van incorporando los bautizados a la Iglesia.

Canto: UN SOLO SEÑOR.

UN SOLO SEÑOR,

UNA SOLA FE,

UN SOLO BAUTISMO,

UN SOLO DIOS Y PADRE.

Llamados a guardar

la unidad con del Espíritu,

con el vínculo de la paz,

cantamos y proclamamos.

ORACIÓN

Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y todo será de nuevo creado y se renovará la faz de la tierra.

Oh Dios que haz iluminado los corazones de los fieles con la luz de tu Santo Espíritu, haz que guiados por este mismo Espíritu, sepamos apreciar el bien y gozar de tus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

VER.

Los mil años en los que se usó el catecumenado, preparación al sacramento del bautismo, favorecieron la formación de los cristianos en el conocimiento y la profundización de su fe.

Hoy, ante la pastoral de los sacramentos, y a la luz del Vaticano II, se continúa con la preparación de los padres de los niños, para que ellos sean los responsables de la educación de sus hijos...

Muchas veces se ve el bautismo como un evento social, como una manera de tener una fiesta, una forma sencilla y rápida de tener compadre, como una garantía de que el recién nacido no se enfermará, porque todo el mundo bautiza, es una tradición de familia, es una garantía de que si muere se irá al cielo, porque quiero cumplir lo que manda la Iglesia, para que se salve y para que no me digan nada los vecinos.

Esto es un reflejo de la realidad que presenta nuestra diócesis ante el sacramento del bautismo.

Se ha menos preciado el sacramento del bautismo, restándole la importancia que tiene y perdiéndole el verdadero sentido y significado del mismo.

PENSAR.

Empecemos diciendo que el Bautismo es sentido como uno de los actos más fuertes de la religiosidad popular, y las razones que mueven a la gente a pedir tal sacramento, son muy variadas, (citas arriba) desde razones Teológicas, Ambiguas y Sociales.

El bautismo es una acción litúrgica por la cuál la Iglesia nos incorpora en sí a Cristo, mediante el don de una vida nueva. Es el Sacramento que inicia nuestro camino de configuración con Cristo en la Iglesia. Es el primer momento, los primeros pasos de un gran camino comunitario y personal de Seguimiento de Cristo. Es también uno de los sacramentos de iniciación a la vida cristiana. (1)

I-El testimonio en los Hechos de los Apóstoles:

El primer paso que hay que dar para ser cristiano es hacerse bautizar, aceptando la fe proclamada por los apóstoles, qué ha de hacer para salvarse? (Hch 2,37-38).

El bautismo está aquí claramente unido a la fe, que exige la conversión de los pecados y produce como fruto una presencia particular del Espíritu; el bautismo está vinculado a todo un conjunto de actitudes espirituales, producidas en parte por él y propuestas en parte.

1-Bautismo y profesión de fe:

El bautismo es el rito que presupone e inicia, al mismo tiempo en la fe cristiana. Viene siendo como la coronación de todo un proceso de evangelización.

El bautismo se administra en nombre de Jesucristo. (Hch 2,38)

2-Jesús en el origen del bautismo cristiano:

El bautismo guarda una relación muy particular con Cristo y porque se practicó desde el comienzo de la experiencia cristiana, estamos obligados a pensar que se deriva directamente de Cristo. El bautismo forma parte esencial del mandato universal confiado por Jesús a sus apóstoles. Mt 16, 155-18; 28, 18-20) Junto a la fe exige el bautismo.

II.- El bautismo de Juan y el bautismo cristiano:

«Juan Bautista se presentó en el desierto bautizando y predicando un bautismo para la conversión y el perdón de los pecados ...Yo os bautizo con agua, pero él bautizará con el Espíritu Santo» (Mc 1.4. 7-8)

El Espíritu Santo es el don del Padre y del Hijo; por eso el bautismo cristiano se convierte no sólo en comunión con el misterio trinitario, sino en expresión del dinamismo de la gracia que dimana de él.

III- La doctrina del bautismo en el evangelio de Juan:

El agua seguirá siendo indispensable por su carácter significativo de purificación vital, pero lo determinante será el Espíritu. Y es precisamente en fuerza del Espíritu, que es don de Cristo, como los futuros bautizados participarán de lo que es típico de Cristo, esto es, de su filiación divina.

1-El bautismo como renacer de lo alto:

Jesús y Nicodemo- Jesús especifica cuáles son los elementos que entran en juego en este proceso de regeneración: «Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios» (3,5). Lo decisivo es el Espíritu, como se deduce en los versículos siguientes, pero ligado al elemento material del agua con toda su fuerza evocativa de purificación, de frescor de vitalidad.

Por la fuerza del Espíritu que actúa en el signo del agua, la cuál tiene incluso unas exigencias moralmente nuevas: «Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu, es espíritu» (3,6).

2-El bautismo nace de la cruz:

La fuente de la eficacia del bautismo con el que se nos da el Espíritu, Jesús lo revela en su Pasión y Muerte. Jesús presenta la muerte de cruz como la exaltación suprema de su amor, y por eso mismo capaz de salvar.

El bautismo saca toda su fuerza de la muerte en la cruz, donde se expresa el punto más alto de amor de Cristo a los hombres, y que el bautizado tiene que expresar a su vez en su propia vida. (Jn 19,34)

IV-El bautismo en la doctrina de San Pablo:

1-El bautismo como asimilación a la muerte y resurrección del Señor.

En Romanos el apóstol afirma solemnemente que el bautismo nos asimila al misterio de la muerte y resurrección del Señor. (6, 3-6) Aquí existen dos afirmaciones, la primera de manera misteriosa, el bautismo nos hace participar de la muerte, sepultura y resurrección del Señor. La segunda, en virtud de esta participación, se da una transformación moral.

El bautismo es como la síntesis de nuestro ser de cristianos, que nos marca hasta la resurrección final.

2-El bautismo nos hace hijos de Dios:

En Gálatas, se nos dice que el bautismo no va separado de la fe, al insertarnos en Cristo, nos hace a todos hijos de Dios, que deben sin embargo, intentar reproducir en sí su fisonomía, «revestirse de Cristo».

El bautismo, unido siempre a la fe, produce en nosotros tres efectos: nos hace «hijos de Dios» a través de Cristo, nos hace revestirnos de él. Suprime todas las diferencias para hacer de todos nosotros un «solo ser» nuevo en Cristo.

El bautismo es el que forma la comunidad eclesial, eliminando todos los elementos discriminatorios. El bautismo vuelve a crearnos y nos reconstruye a la manera trinitaria. entrando en contacto con Cristo nos hacemos hijos del Padre, que nos da su Espíritu.

3-El bautismo como nueva circuncisión:

El bautizado vive ya la dimensión escatológica de su fe, aunque no se haya desvelado ésta todavía.(Col 2,11-14; 3, 1-4) (2)

V-El bautismo es un encuentro interpersonal entre Dios y nosotros:

1-La Alianza de Dios con el hombre se concreta muy expresivamente en el bautismo:

Presenta en el lenguaje de los signos la propuesta de Dios y la respuesta del hombre. Es la opción del hombre por Jesucristo.

2- El bautismo es la inserción en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sacramento de salvación:

El amor de Dios alcanza al hombre de manera sacramental, no hay comunicación de Dios al hombre que prescinda de la mediación de Cristo, cuya visibilidad continúa a través de la sacramentalidad de la Iglesia, por la cuál la salvación es dada a la humanidad (LG 9). El Bautismo nos incorpora a la comunidad para hacerlo participante de la salvación y señal de salvación en medio del mundo (GS 32, Ef 2,22 1Pe 2,9). (3)

ACTUAR.

Celebración y explicación de todos los pasos del rito de un bautismo.

I- Pasos del Rito del Bautismo:

1- Rito de acogida,

2- Signación,

3- Celebración de la Palabra,

4- Oración de los fieles,

5- Invocación de los santos,

6- Oración de exorcismo,

7- Unción con el óleo de los catecúmenos,

8- Bendición del agua e invocación a Dios,

9- Renuncia y profesión de fe,

10- Rito del bautismo,

11- Unción con el Santo Crisma,

12- Imposición de la vestidura blanca,

13- Entrega del cirio encendido,

14- Recitación del Padre Nuestro,

15- Bendición.

Símbolos del Bautismo:

AGUA:

La Iglesia, que es el pueblo Dios, también como punto de formación el agua del bautismo; el agua bautismal hace crecer de día en día la asamblea santa, el pueblo de profetas, sacerdotes y reyes que se extiende por toda la tierra. En el bautismo vemos el agua y alabamos la sabiduría de Dios que no encontró algo mejor para significar la vida que Él nos transmite.

ACEITES: (ÓLEO DE LOS CATECUMENOS Y SANTO CRISMA)

La Iglesia tomó el aceite para simbolizar la fuerza que viene de Dios y comenzó a ungir a los catecúmenos. A los niños que van a ser bautizados se les unge en el pecho con el aceite bendito por el Señor Obispo el jueves santo, diciendo: «Que sea tuya la fuerza de Cristo el Salvador, cuyo signo es el óleo con el que te ungimos en nombre de Cristo Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos»...

Cuando unge un bautizado con crisma, se le dice: «Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo que te ha dado la vida eterna por el agua y por el Espíritu Santo, sea quien te unja con el crisma de la salvación para que, incorporado a su pueblo, seas para siempre, miembro de Cristo profeta, de Cristo sacerdote y de Cristo rey. Amén».

Así, los que hemos sido bautizados con el sello de Dios y le pertenecemos para siempre. (La palabra viene de la palabra y quiere decir consagrado. Cada cristiano es un consagrado a Dios, miembro de Cristo).

LUZ: (CIRIO ENCENDIDO)

. El cirio representa a Cristo (Lc 2,32) y Jesús mismo dice (Mt 5,16).

VESTIDURA BLANCA:

El color blanco significa en la Iglesia triunfo, victoria, salvación limpieza. Es el color de la resurrección (del triunfo) de Cristo. . (Ap 7, 9-15) (4)

BIBLIOGRAFÍA:

1- BOLETÍN DE PASTORAL (174) , Edpip San Juan de los lagos, Enero de 1997, 39-40.

2- NUEVO DICCIONARIO DE TEOLOGÍA BÍBLICA, Cipriani S., Paulinas, Madrid 1990, 171-177.

3- BOLETÍN DE PASTORAL (174), Edpip San Juan de los lagos, Enero de 1997, 92.

4- BOLETÍN DE PASTORAL (174), Edpip San Juan de los lagos, Enero de 1997, 61-62.

No hay comentarios: