OBJETIVO
Que el adolescente (joven) sea consciente y responsable de la necesidad de conocerse más, para que pueda estimarse mejor y crezca más en su nivel humano y cristiano.
ORACIÓN
Salmo 8 rezado, leído o cantado.
DINÁMICA: CIRCULO ENCONTRADO.
Se hacen dos círculos (uno dentro del otro) con el mismo número de integrantes, unos caminan hacia la izquierda y otros hacia la derecha, se detienen a la indicación que se les dé (por medio de una palabra, frase, grito, aplauso o música), al pararse verán al compañero (uno enfrente de otro) a quien le preguntarán una de las siguientes preguntas, cada vez que se detengan ¿qué te gusta y porqué?, ¿qué te disgusta y porqué?, ¿eres feliz?, etc.
VER.
INTRODUCCIÓN: PARÁBOLA DEL ÁGUILA REAL.
Un hombre se encontró un hueva de águila,
se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina
de corral. El aguilucho fue incubado y creció
con la nidada de pollos.
Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo
que hacían los pollos, «pensando que era un pollo».
Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos,
piando y cacaraqueando. Incluso sacudía las alas y
volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos.
¿No es así como vuelas los pollos?
Pasaron los años y el águila se hizo vieja.
Un día divisó muy por encima de ella, en
el límpido cielo, una magnífica ave que flotaba
elegante y majestuosamente por entre las
corrientes de aire, moviendo apenas sus
poderosas alas doradas.
La vieja águila miraba asombrada hacia
arriba, ¿qué es eso? preguntó a una
gallina que estaba junto a ella.
«Es el águila rey de las aves»,
respondió la gallina; pero no pienses en ello.
«Tu y yo somos diferentes de él».
De manera que el águila no volvió a
pensar en ello. Y murió pensando que
era una gallina de corral. (1)
En nuestro mundo vivimos inmersos en el ruido, las ocupaciones, el trabajo, el descanso y el anonimato, que nos es difícil saber con certeza, quiénes somos, cuál es nuestro destino, porqué estamos en este mundo; nos pasa como al águila de la parábola, nos ponen en un nido y no salimos de ahí, aunque no sea el nuestro o el que necesitamos..
Dejamos que los medios de comunicación nos digan que somos y nos dejamos determinar por ellos, por la moda, el placer, lo que me gusta...
Lo peor que le puede pasar al hombre es no saber quien es, pasarse la vida sin contestar esa pregunta, o lo que es peor, ni si quiera formulársela.
Solo quien sabe quien es se podrá conocer mejor y podrá crecer más..
Ya lo decía Sócrates: CONÓCETE A TI MISMO.
PENSAR.
Aspecto filosófico:
El hombre es consciente de sí mismo. El interrogante de quién o qué soy, presupone que el que se lo formula se sabe y se reconoce como algo separado de todo lo demás. Deslinda su yo de todo lo que no es yo. Es consciente de sí mismo.
El hombre no solo es consciente de sí mismo, sino que se experimenta como sujeto de apetencias y deseos.
Se trata de una actuación que como tal comporta una tendencia volitiva. Esta conciencia volitiva es como su autoafirmación.
El hombre existe en cuanto es consciente de sí y se afirma volitivamente.
Este yo es el origen de toda actividad o realización humana, precisamente por que sólo en la distinción de los demás se ofrece la posibilidad del conocimiento y la acción de cualquier existencia histórica.
El Yo es un yo encarnado que experimenta por una parte la grandeza y pequeñez del hombre.
El hombre siempre es consciente de sí mismo y quiere su propia identidad y precisamente por eso es un yo.
El hombre percibe su finitud, entre otras cosas, porque depende del encuentro, con lo que no es él. Necesita del otro (mundo, personas, Dios) para realizarse como persona.
Necesita del Tú (divino) porque está orientado y abierto a lo definitivamente último, a lo incondicionado y absoluto. (referido al misterio)
«En la diferencia con los otros, el hombre se ve así mismo y empieza a conocerse más... (2)
Aspecto biológico:
VIDA INTELECTIVA (RAZON-ENTENDIMIENTO)
VIDA AFECTIVA (SENTIMIENTOS-EMOCIONES)
HOMBRE:
VIDA VOLITIVA(MOTIVACION-DECISION-ACCION LIBRE)
VIDA ORGÁNICA (MUSCULOS, SENTIDOS CORPORALES) (3)
Aspecto teológico-bíblico
«Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra». (Gn 1,26)
«Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó»: (Gn 1,27)
«El hombre animado por el Espíritu». (Gal 3, 16-24; Rom 8,5ss)
«Él (Jesucristo) es la imagen del Dios invisible, primogénito de toda la creación». (Col 1,15)
El creador cuida a su criatura. (Sab 11, 23-26)
El hombre: corazón de piedra y corazón de carne (Ez 10,23; Jer 12,23)
¿Qué es el hombre? (Sal 8. 138)
La interioridad del hombre (Mc 7,15.22)
Las decisiones del hombre (Mc 10,27)
Programa de vida: Las Bienaventuranzas (Mt 5,3-10)
«Pues él conocía lo que hay en el hombre». (Jn 2,25b)
Gaudium et spes: 12 El hombre a imagen de Dios, 14 Constitución del hombre, 17 Grandeza de la libertad, 22 Cristo el hombre nuevo.
Lumen Gentium: la valoración propia y el despliegue de tu enorme potencial humano.
Si no tienes conciencia de ser persona , con todo el potencial humano que este concepto entraña, se te hará difícil estimar todo tu valer y todo tu poder.
La autoestima alcanza su mayor profundidad al entretejerse son tu desarrollo personal.
La causa última de la autoestima, si esta requiere apoyarse en la realidad, es Dios mismo. La estima se finca en
Aceptar la valía y capacidad infinitas que Dios que tú eres.
El camino hacia la plenitud humana tiene a Dios por meta.
Tu auténtica realización, que te permitirá edificar tu autoestima sobre los cimientos de la realidad, requiere del poder infinito de Dios. Solo Él tiene la capacidad de hacerte igual a Él.
Dios tiene un objetivo o fin muy concreto cuando busca hacerte igual que Él. Que consiste en engrandecerte; al mismo tiempo espera paciente, a sabiendas que el amor es lo que te iguala con Él, pues «Dios es amor». (1 Jn 4,8)
Para engrandecerte, Él busca elevarte a las alturas excelsas de su divinidad e infinitud, y en el afán de levantarte tan alto, se abaja para mostrarte el camino de tu exaltación, lo que es realizado por Él con un amor que supera todas tus mejores experiencias de amor y ternura.
La forma concreta de unirte con Dios y dejarlo que te engrandezca tanto como Él puede, consiste en la práctica de la fe, la esperanza y la caridad.
La autoestima que te impulsa a crecer requiere, normalmente, que te conserves en sintonía con tu ambiente, con la naturaleza y el cosmos.
Te responsabilizas de la tarea de estimar y valorar tu propio yo, cuando le procuras el contacto consciente y gozoso con los demás, con la naturaleza, con el ambiente sano.
Es tu responsabilidad la búsqueda de las condiciones ambientales que mejor contribuyan al crecimiento constante e interminable de tu propio yo.
El objetivo de alcanzar la plenitud de tu desarrollo, es en armonía con la especie humana, la vida, el cosmos y Dios.
Tanto Dios, como su creación y criaturas te estimulan y ayudan para que te desarrolles en plenitud.
Elementos constructivos de tu propio yo:
VALORES: (Quién eres tú)
CREENCIAS: (Porqué los demás y tú son como son)
CAPACIDADES: (Qué es lo que puedes hacer)
CONDUCTAS: (Cuál es tu comportamiento)
AMBIENTE: (Dónde y cuándo estás viviendo) (4)
ACTUAR:
Hacer una pintura personal:
pintándome física, moral, espiritual, intelectualmente, subrayando mis defectos y cualidades; según me concibo yo mismo. Luego otra según me concibe alguna persona que me ama, mi mamá, papá, amigo, amiga, etc.
Contestar el siguiente cuestionario:
1- ¿Puedes decidirte por tí mismo?
2- ¿Puedes mantener tu decisión que sabes que es correcta, aún si es impopular?
3- Suponiendo que un trabajo es largo y monótono, desagradable, pero es necesario que lo realices, ¿te aplicas a hacerlo hasta terminarlo?
4- Eres capaz de decir no a la iniciativa de dejar el estudio, de beber cerveza o hacer relajo en lugares de silencio, y decirlo con corrección y sinceramente?
5- ¿Pierdes el control de ti mismo ante una ofensa o una broma pesada?
6- ¿Estas persuadido que al perder el control de ti mismo de estás dejando derrotar?
7- ¿Estás dispuesto a asumir la responsabilidad de un error que cometiste, admitir que estás equivocado y a pedir disculpas?
8-¿Ayudas a quién es más débil o afortunado que tú o menos experimentado?
9-¿Realizas con responsabilidad lo que te toca hacer?
10- ¿Sabes sacrificarte, callarte, para no herir o molestar los sentimientos justos de los demás?
11- ¿Puedes portarte correctamente con quien te ha herido? No lo criticaré, ni me lamentaré; agradeceré que haya sucedido porque así se puso a prueba mi voluntad de ser feliz.
Hoy seré dueño de mis nervios, de mis sentimientos, de mis impulsos.
Para triunfar tengo que tener el domino en mí mismo. Trabajaré alegremente con entusiasmo y pasión, haré de mi trabajo una diversión. Y así comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría y no pensaré en los fracasos.
Seré agradable. Si comienzo a criticar a una persona, cambiaré mis comentarios por un elogio. Toda persona tiene sus defectos y sus virtudes; olvidaré los defectos y concentraré mi atención en sus virtudes. Hoy evitaré conversaciones y discusiones desagradables.
Voy a eliminar dos plagas:
No envidiaré a quienes poseen más dinero, más belleza o más salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida con la de otros que sufren más.
Trataré de resolver todos los problemas de hoy, pues el futuro se resuelve a sí mismo. El destino pertenece a los que luchan. Hoy tendré un programa que realizar y si algo me queda sin hacer no me desesperaré, lo haré mañana.
No pensaré en el pasado y por lo tanto no guardaré rencor a nadie. Practicaré la ley del perdón, asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa de mis problemas a otras personas.
Hoy comprobaré que Dios me ama y me apremia. Buscaré hacer el bien a alguien, sin que lo descubra. Seré cortés y generoso. Trataré de pagar el mal por el bien. Al llegar la noche comprobaré que Dios me premió con un día de plena felicidad y haré otro día como el de HOY. ANÓNIMO. (6)
ORACIÓN
Recitar el Salmo 138.
Por grupos, con una respuesta después de cada estrofa, o sólo algunas estrofas...
BIBLIOGRAFÍA:
1- «El canto del pájaro», Anthony de Mello, Sal Terrae, Santander 1982, 129-130.
2- «Antropología y Teología para una educación cristiana responsable», Sturm Ma. Wittschier, Sal terrae, Santander 1979, 20-40.
3- «Eficiencia sin fatiga», Narciso Irala, Mensajero, México 1978, 12.
4- «Autoestima», Luis Jorge Glez., Font, México 1995, 57, 59-62, 95-100, 101,105, 111-112, 114,117,122.
5- «Formación de Valores», Lorenzo Glez. Kipper, Enseñanza, México 1989, 17.
6- «Antología de la superación personal», Juan Antonio Razo, Diana, México 1994, 52-53.
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