22 de noviembre de 2007

PROFETAS POR EL BAUTISMO

Objetivo: Asumir el don del profetismo que nos da el bautismo, para que a ejemplo de Cristo lo anunciemos como verdad y denunciemos la mentira que obstaculiza la llegada de su Reino.

Ver.
Había en Inglaterra un señor llamado Lord Paúl, hace 5 años. Decía que era un profeta de Dios, y todos lo debían obedecer. «Queridos hijos, ustedes viven muy mal, pero yo soy la verdad, los ayudaré, gracias a mí se salvarán. «Yo soy superior a Mahoma, Buda, Abrahan y a Jesús...» Se la pasaba denunciando lo malo, decía que era consejero espiritual, psicólogo, maestro de la verdad, pero sobre todo «profeta de sí mismo».

Pensar.
¿Ser profeta será sólo denunciar lo que está mal?
El bautismo nos da vida nueva: La vida de Cristo (Jn 3, 3-6;). Nos hace hijos de Dios, creados a su imagen y redimidos por el misterio de Cristo; podemos decir «Padre» (Rm 8, 15-17). Nos constituye en templos del Espíritu (ICor 3, 16-18). Ahora somos parte de la Iglesia, pueblo de Dios (IPe 2, 10). Ser profetas de Cristo quiere decir, entre otras cosas, anunciar donde quiera y siempre las palabras del Redentor.
Nos envía el Padre como profetas de Cristo, no de nosotros mismos. En este sentido todo bautizado es profeta, porque profeta no es sólo el que anuncia, preve el futuro o anima en el presente, sino también el que inconforme con el mal que reina en nuestro ambiente, lo denuncia prudentemente, propone soluciones a los problemas. El verdadero profeta cristiano es un hombre de oración, de caridad, de fe y esperanza y su denuncia y su anuncio se encuentra en su forma de vida, en su ejemplo, en la vida familiar, religiosa y social. De aquí nace el compromiso misionero que todo bautizado tiene. «Lleven el Evangelio a todas las naciones...» (Mc. 16, 15).
El profeta hace siempre el bien sin distinción de personas, edades, raza o formas de pensar. Todos los días tenemos la oportunidad de anunciar a Cristo, no perdamos tiempo.

Actuar.
1. Yo, ¿Cómo anuncio el Evangelio de Cristo?
2. De hoy en adelante ¿Qué haré para ser instrumento de Dios y cómo enseñaré a los demás las palabras de Jesús? (Se sugiere sacar y practicar un compromiso grupal).

Celebrar.
Darle a cada quien una vela, se encenderá primero una, luego con esa se encenderán todas las velas de esa, cada quien tendrá una, diciendo: «Recibe la luz de Cristo, llévala a los demás que son nuestros hermanos». - Se reza el Padre Nuestro y se canta con la vela levantada: Id amigos por el mundo...

No hay comentarios: