22 de noviembre de 2007

PREPARACION A LA VIDA MATRIMONIAL Y FAMILIAR

Objetivo: Entender que la vida familiar exige preparación, física, psíquica, moral y económica, para garantizar el bienestar del futuro matrimonio.

Ver.
Un señor había asegurado su propia casa contra incendios. Posteriormente cayó gravemente enfermo, que pidió el auxilio espiritual. Un amigo se sorprendió de tanta prisa y quiso disuadirlo diciendo: tú no estás para morir, espera, hay que ver cómo se pone la enfermedad y luego veremos, los familiares aconsejaban lo mismo. Entonces el enfermo respondió: para asegurar esta casa, no esperé a que se incendiara;¿Y para asegurarme un lugar en el cielo, deberé chamuscarme en el infierno? ¿Quién fue el más prudente, el enfermo o el amigo?

Pensar.
Ya hemos dicho que todo el tiempo del noviazgo es una preparación para el matrimonio, ya que en éste, hay que preparar, asegurar prudentemente el bienestar de la familia futura.
Tres aspectos importantes hay que asegurar:
La integridad física de los contrayentes: que gocen los dos de salud física, sin taras, enfermedades crónicas que impidan la unión matrimonial. «Vale más pobre sano y fuerte de constitución que rico lleno de achaques en su cuerpo»... (Eclo. 30, 14-17).
Otro aspecto es la salud psíquica, ya que en nuestros días han proliferado las enfermedades mentales, propias de nuestro siglo, equilibrio emocional, madurez afectiva, son exigencias para el matrimonio; principalmente no hay que descartar el aspecto económico: prever el ingreso familiar, presupuesto en los primeros gastos del matrimonio, donde se va a vivir: casa vestido y sustento; el ahorro, los seguros en el futuro, los hijos, la educación, etc... (Eclo 30, 2-3).
La pareja tiene que asegurar y preparar, calcular bien el proyecto que va a iniciar, no vaya a quedar mal.
En el Evangelio, se habla de un hombre imprudente que constuyó su casa en arena, vinieron las crecientes y la arrojó; otro que fue prudente y edificó en roca, vinieron las crecientes y no le pudieron hacer nada; que así suceda, para quienes se preparan al matrimonio, que calculen bien y preparen el futuro de su familia.
¿Cómo quieres construir la casa del matrimonio? Si la quieres bien cimentada, todo depende de cómo la prepares en el noviazgo.

Actuar.
Después de esta reflexión:
1. ¿Qué vamos a hacer?
2. ¿Cómo me voy a preparar a la vida matrimonial?
Cuidando mi persona, en lo físico, moral y psicológico y ahorrando para un patrimonio familiar futuro.

Celebrar.
Recitar pausadamente para que toda la asamblea lo vaya reflexionando el párrafo del Eclo 21, 11-28, lo que se refiere al sabio y al insensato.

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